Dijo Pau Casals que Catalunya es  la nación más importante del mundo. Podemos o no estar de acuerdo con el insigne músico, pero es indudable que Catalunya tiene todos los elementos para merecer esa consideración. Geográficamente enmarcada por los Pirineos, el mar Mediatrráneo y el río Ebro, goza de una diversidad paisajística y climática, de especies animales y vegetales capaz de deleitar al más exigente de los visitantes. A la riqueza natural hay que añadir la monumental pues es tierra de ruinas griegas y romanas, castillos, catedrales, ermitas romànicas o arquitectura civil admirada en todo el mundo.


 

Su historia está plagada de gestas que le han permitido sobrevivir a los intentos de asimilación tanto de España como de Francia. Y a pesar de haber forjado un imperio en el Mediterráneo de la Baja Edad Media, nunca fue nación opresora para los reinos conquistados a los que respetó su lengua, su cultura, sus costumbres y sus leyes.

La lengua catalana ha subsistido a lo largo de los siglos pese al continuo azote represivo de los gobiernos español y francés. Actualmente tiene unos 8 millones de hablantes y unos 11 millones de personas entienden el catalán. Esta lengua romance cuyos primeros documentos escritos se remontan al siglo XII goza de una rica literatura que ha tenido sus dos picos de esplendor en los siglos XIV-XV y XIX-XX.

La economía catalana ha sido, tradicionalmente, una de las más robustas de Europa y, si no fuera por el expolio fiscal al que la somete el estado español, Catalunya sería una de las naciones europeas con una renta per cápita y un nivel de vida más altos del continente.

 

La imagen de Catalunya y de los catalanes ha sido distorsionada con malicia por aquellos que quieren mantenerla oprimida y obediente. El catalán egoísta y avaro presente en la literatura española queda desmentido por la tozuda realidad. Los catalanes son los que más gastan cuando viajan, están a la cabeza de los índices de donación de órganos o de sangre, tienen el mayor número de ONG y de entidades de voluntariado y el dinero recaudado en el maratón solidario de TV3 en Navidad está a años luz de cualquier acción similar de las televisiones de ámbito estatal.

 

Catalunya es un país que vale la pena visitar y en el que vale la pena vivir, pero para valorarla en su justa medida, debemos conocer su historia, su cultura, y su situación socioeconómica. En este documento lo explicamos todo y no nos mordemos la lengua para ser políticamente correctos, corteses o diplomáticos. Las cosas son como son y el que de verdad quiere saber, valora positivamente que se omitan eufemismos, verdades a medias o mensajes entre líneas.

 

Si quieres conocer Catalunya, ésta es su realidad compendiada. A partir de aquí tienes múltiples posibilidades (internet, bibliotecas, entidades…) para ampliar todo aquello que te haya llamado la atención.